#MENTE #ABIERTA. Un espacio de relfexión

domingo, 26 de julio de 2015

#Errores cognitivos - emocionales que causan más sufrimiento


Los 5 errores cognitivos-emocionales que causan más sufrimiento


Podemos entender las emociones como estados afectivos que experimentamos y que suelen tener un co-relato cognitivo, conductual y fisiológico bien definido. Además, en su manifestación más saludable podemos decir que juegan un importante papel adaptativo, ayudándonos a vivir en el ambiente que nos rodea. Cuando experimentamos una emoción se involucra un conjunto de conocimientos, actitudes y creencias que tenemos sobre el mundo y que utilizamos para hacer una valoración de una situación concreta.
Durante mucho tiempo creímos que las emociones no eran importantes pero ahora sabemos que influyen severamente en todos los aspectos de nuestra vida, incluso nos permiten intuir cuáles serán las reacciones futuras de una persona en diversas situaciones.

1.- La culpa
Se define como como una acción u omisión de responsabilidad por un daño causado , que puede por ofensas imaginarias o porque la persona se siente inadecuada en algún lugar o contexto. La culpa se puede presenta cuando comemos demasiado, pedimos ayuda traicionamos a alguien que queremos mucho. El mensaje de la culpa es “He hecho algo muy malo”. Tienes que tener mucho cuidado con esta emoción porque te puede llevar muy fácilmente a la depresión, la vergüenza y la ansiedad.

2.- El miedo

La palabra miedo proviene del término latino metus. Se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro o un eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de la realidad.

El concepto también se utiliza para nombrar al rechazo o aversión que siente un individuo a que le pase algo malo u opuesto a lo que pretende para sí mismo y para sus seres queridos. Por ejemplo: “Cuando el ladrón sacó el arma, sentí mucho miedo”

Puede decirse que el miedo resulta desagradable para quien lo padece. Esta emoción, sin embargo, también funciona como un método de supervivencia ya que pone en alerta a las personas y los animales frente a una amenaza. Lo delicado es que el miedo se puede enquistar en nuestras vidas y llegar a convertirse en cuadro de ansiedad o pánico.  El miedo es una emoción que paraliza.

3.- La envidia

Es una emoción que aparece cuando una persona carece de logros o posesiones propias y desea o necesita enfermizamente los que otros tienen. Es la consecuencia de la baja autoestima por la comparación constante con otros. La persona envidiosa no es capaz de ver sus virtudes y talentos por lo que se llena de un gran vacío interno que no logra llenar con nada. Esta emoción provoca un daño constante en la personalidad de quien la sufre, como la gota de agua que cae ininterrumpidamente sobre la piedra.

4.- El enojo

Una de las emociones más dañinas que podemos experimentar. Con la rabia y el enojo deseamos lastimar a otra persona de forma consciente. La rabia se basa en el miedo a perder el control y en la frustración. Aunque también puede surgir cuando vemos a alguien haciendo algo que consideramos injusto hacia otra persona.

5- La sobreexigencia

Esta es la emoción que demanda un patrón de conducta rígido que nos obliga a cumplir estrictamente con los planes, sin margen ni flexibilidad con el error. Nuestra sociedad actual es muy competitiva y las exigencias son cada vez mayores por lo que pueden provocar desequilibrio y desgaste en el plano emocional y física.

Estos errores cognitivos-emocionales nos pueden afectar demasiado si les permitimos tomar el control de nuestra vida y nuestro actuar. Es posible caer en cualquiera de estas emociones de forma inconsciente, si te das cuenta que estás en este punto, analiza y cuestiónate que podrías cambiar de esta situación.

sábado, 25 de julio de 2015

#El proceso #de crecer


EL PROCESO DE CRECER UP!!


No hay que ser alto para ser grande

Se dice que los hombres de baja estatura tienen menos suerte que la media y que al mismo tiempo también son ambiciosos para compensar el hecho de tener que mirar hacia arriba cuando hablan con la gran mayoría de las personas.
A los 12 años todavía nos cuesta pero con el paso del tiempo te das cuenta que el tamaño no importa. Para destacarse no hay que ser alto sino más bien actuar en grande. No siempre llegas a la cima pero lo mínimo que tienes que hacer es ponerte en marcha para alcanzar tu meta.

No es suficiente intentarlo porque para eso te quedas en casa. Para dar un “estirón” hay que sentir el dolor que supone crecer. Nadie ha dicho que sea fácil. Siempre piensa que en algún momento tendrás que mirar atrás y no tendrás el dinero para compensar el tiempo perdido con la compra de un Porsche ni la forma física para correr una maratón.




 

Cómo crecer a nivel personal y profesional

No hay felicidad sin dolor. La vida está llena de contrastes para que podamos apreciar más los lados positivos conociendo el esfuerzo que supone llegar a estos puntos. Nadie te va regalar nada. La vida está llena de premios si te decides por el camino difícil aspirando por tener una vida feliz.
1. Salir de la zona de confort: no soy la primero que te lo dice ni seré la último. Si hace falta te lo recordaré. Cada vez que te sales un centímetro de tu zona de confort la vas aumentando. Para ampliar tu horizonte tienes que hacer cosas que no son agradables para ti.



2. Sumar experiencias: la vida es una suma de experiencias y no siempre todas son positivas. Para crecer hay que hacer cosas. Luego pueden salir mejor o peor pero no te puedes quedar en casa y luego extrañarte que a ti nunca te ocurren cosas buenas. Te das cuenta que algo ha cambiado en tu vida cuando los fines de semana te acuestas antes que de lunes a viernes. Cuando a pesar de estar cansado sales para quedar con amigos, te das cuenta que ha merecido la pena no quedarse en casa.

3. Aprender, aprender y aprender: aprende un idioma nuevo. Empieza a tocar la guitarra. ¿Qué es lo siempre quisiste aprender? ¿Qué te impide empezar ahora con ello? En realidad lo único que tienes son excusas como la falta de tiempo, los niños, el trabajo, etc. No pasa nada si te lo tomas con calma pero diferencia entre lo que son realmente prioridades y lo que es tu pereza que te impida hacer cosas.

5. Practicar, practicar y practicar más: no todo se consigue de manera inmediata. Para perder el miedo a conducir tienes que sacar el coche y poner las cuatro ruedas de tu coche en la carretera. Para correr una maratón es esencial preparar el cuerpo durante meses para superar la prueba y el estrés físico que suponen los 42 kilómetros de carrera. La práctica te asegura que tu zona de confort se agrande de manera estable y no arriesgar que después de traspasarla se desplome otra vez.
Crecer no es fácil. Es un proceso doloroso pero que tiene su premio si estás dispuesto de andar por este camino. Si quieres ser feliz y no tener que mirar hacia atrás lamentando todas las cosas que no hiciste en tu vida ya sabes que toca ponerse en marcha en cuanto antes.
¿Qué haces tú para crecer a nivel personal y profesional?



jueves, 23 de julio de 2015

Una visión sobre #LaFelicidad


APRENDER A SER FELICES

Me parece que la asignatura más importante de nuestra carrera de hombres es la construcción de la felicidad. La primera cosa que tendríamos que enseñar a todo hombre que llega a la adolescencia es que los humanos no nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que, en una gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o la desgracia.

Que no es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una casa.

Habría también qué enseñarles que la felicidad nunca es completa en este mundo, pero que, aun ahí, hay raciones más que suficientes de alegría para llenar una vida de jugo y de entusiasmo y que una de las claves está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que poseemos por pasarse la vida soñando o esperando la felicidad entera.

Sería también necesario decirles que no hay recetas para la felicidad, porque, en primer lugar, no hay una sola sino muchas felicidades y que cada hombre debe construir la suya, que puede ser muy diferente de la de sus vecinos. Y porque, en segundo lugar, una de las claves para ser felices está en descubrir qué clase de felicidad es la mía propia.

Añadir después que, aunque no haya recetas infalibles, sí hay una serie de caminos por los que, con certeza, se puede caminar hacia ella. A mí se me ocurren así de repente, unos cuantos:
Valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra alma. Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos. No tener que esperar a encontramos con un ciego para enterarnos de lo hermosos e importantes que son nuestros ojos.

No necesitar conocer a un sordo para descubrir la maravilla de oír. Sacar jugo al gozo de que nuestras manos se muevan sin que sea preciso para este descubrimiento ver las manos muertas de un paralítico.

Asumir después serenamente las partes negativas o deficitarias de nuestra existencia. No encerramos masoquista-mente en nuestros dolores. No magnificar las pequeñas cosas que nos faltan: no sufrir por temores o sueños, de posibles desgracias que probablemente nunca nos llegarán.
Vivir abiertos hacia el prójimo. Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que pasarnos la vida desconfiando de los demás.

Tratar de comprenderles y de aceptarles tal y como son, distintos a nosotros.
Buscar también en todos más lo que nos une que lo que nos separa, más aquéllo en lo que coincidimos que en lo que discrepamos. Ceder siempre que no se trate de valores esenciales. No confundir los valores esenciales con nuestro egoísmo.

Tener un gran ideal, algo que centre nuestra existencia y hacia lo que dirigir lo mejor de nuestras energías. Caminar hacia él incesantemente, aunque sea con algunos retrocesos.

Aceptar la lenta maduración dé todas las cosas, comenzando por nuestra propia alma. Aspirar siempre a más, pero no a demasiado más. Dar cada día un paso. No confiar en los golpes de la fortuna.Creer descaradamente en el bien. Tener confianza en que a la larga -y a veces muy a la larga- terminará siempre por imponerse. No angustiarse si otros avanzan aparentemente más deprisa por caminos torcidos. Creer en la también lenta eficacia del amor. Saber esperar.

En el amor, preocuparse más por amar que por ser amados. Tener el alma siempre joven y, por tanto, siempre abierta a nuevas experiencias.
Estar siempre dispuestos a revisar nuestras propias ideas, pero no cambiar fácilmente de ellas. Decidir no morirse mientras estemos vivos.
Elegir, si se puede, un trabajo que nos guste. Y si esto es imposible, tratar de amar el trabajo que tenemos, encontrando en él sus aspectos positivos.

Revisar constantemente nuestras escalas de valores. Cuidar de que el dinero no se apodere de nuestro corazón, pues es un ídolo difícil de arrancar de él cuando nos ha hecho sus esclavos.
Descubrir que la amistad, la belleza de la naturaleza, los placeres artísticos y muchos otros valores son infinitamente más rentables que lo crematístico.

Procurar sonreír con ganas o sin ellas. Estar seguros de que el hombre es capaz de superar muchos dolores, mucho más de lo que el mismo hombre sospecha.
La lista podría ser más larga. Pero creo que, tal vez, esas pocas lecciones podrían servir para iniciar el estudio de la asignatura más importante de nuestra carrera de hombres: la construcción de la felicidad.
--
Mgr. MARIA TERESA GALEANO
Psicóloga clínica. Máster en Terapia Familiar. RPN ° 865
Especialista en Trastornos alimenticios.
Consultorio: +59521235.268
https://www.facebook.com/teresagaleanopsicologa



CUADROS DE ANSIEDAD


CUADROS DE ANSIEDAD

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la ANSIEDAD es el concepto
que tiene su origen en el término latino anxietas. 

Se trata de la condición de una persona que experimenta una conmoción, intranquilidad, nerviosismo o preocupación. Para la medicina, la ansiedad es el estado angustioso.

El sistema dopaminérgico es el que se encarga de dar las alertas al organismo de aquello que necesita, liberando señales al sistema nervioso central. Lo hace cuando tenemos hambre, sed o sueño, y nos lleva a buscar todos los medios por satisfacer esa necesidad. 

Así mismo, es el encargado de liberar adrenalina cuando estamos frente a situaciones a las que debemos enfrentarnos.  La gran preocupación de las políticas de salud es el aumento de las tasas de ansiedad y estrés.

El siglo 21, es un tiempos en que los seres humanos vivimos stressados, y esto nos lleva a cuadros de ansiedad.

La ansiedad puede responder a causas fisiológicas, endocrinólogas, neurológicas u otras variables físicas. Pero los cuadros de ansiedad que responden a situaciones emocionales o psicológicas son cada vez más frecuentes.

CUIDAR NUESTRA SALUD MENTAL ES UN IMPERATIVO EN ESTE SIGLO 21.
CUIDARNOS ES LA MEJOR FORMA DE AMARNOS Y AMAR A LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN.

CUIDARNOS ES LA MEJOR FORMA DE AMARNOS Y AMAR A LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN

Magister María Teresa Galeano Psicóloga clínica. Máster en Terapia Familiar. RPN°865
Consultorio: +59521234.268

https://www.facebook.com/teresagaleanopsicologa

#ElcomerEMOCIONAL





EL COMER EMOCIONAL


"El deseo de comer cuando no se tiene hambre es un buen indicador de que se desea algo menos perceptible que la comida, pero muchas veces no se sabe que es." Teresa Galeano.-
IDENTIFICAR LAS VARIABLES

}  Explorar todos estos datos y volcarlos en un registro diario es de mucha utilidad para examinar nuestra conducta y que situaciones emocionales influyen a la hora de alimentarnos.
}  La vida cotidiana nos enfrenta todos los días a distintas situaciones más o menos complejas que resolver y de las cuales no podremos huir, por lo tanto buscar otras alternativas para canalizarlas será más saludable que solo tratar de resguardarse a través de la comida.

EMOCIONES  Y EXCESO

}  En estas ocasiones la comida se convierte entonces en nuestro refugio y a veces acudimos a ella por insatisfacción, aburrimiento, problemas cotidianos y también En estas ocasiones la comida se convierte entonces en nuestro refugio y a veces acudimos a ella por insatisfacción, aburrimiento, problemas cotidianos y también muchas veces para gratificarnos por logros alcanzados.

HAMBRE O ANSIEDAD

}  Estos hábitos incorrectos construidos desde pequeños dificultan detectar las verdaderas necesidades alimentarías.
}  Es preciso comer siempre que se tenga hambre, tenemos que aprender ha escuchar lo que nos dice nuestro cuerpo; él sabe cuándo, cuánto y qué quiere comer por sus necesidades nutricionales; él es el que necesita de los alimentos para mantenernos saludable.
}  El ingerir al menos las cuatro ingesta diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) en los horarios (no dejando pasar más de 3hs. entre una ingesta y otra) y cantidades adecuadas ayudará a detectar con naturalidad la verdadera sensación de hambre.

QUE LA COMIDA NO SEA TU REFUGIO NI TU CASTIGO

}  Algunas personas utilizan el alimento como un aislante emocional del malestar que les provoca llevar una vida sin sentido y carente de motivaciones.
}  Con el fin de protegerse, comen más o menos alimentos creyendo que los mismos ayudarán a satisfacer o resolver sus problemas emocionales, huyendo y refugiándose en el consuelo, el olvido o la satisfacción que les provoca comer.
}  Hay personas que castigan a su cuerpo con dietas restringidas como si él fuera su peor enemigo creyendo que la solución a sus problemas es adelgazar pensando que sus dificultades se deben a esos tres, cinco o diez kilos de más.

QUE LA COMIDA NO SEA TU CASTIGO

}  La falta de autoestima puede empujarnos a buscar erróneamente soluciones a través de la comida pero lo único que se consigue es ir deteriorando la salud mental y física.
Lo cierto es que el momento de comer no implica únicamente la satisfacción de una necesidad biológica, sino también sicológica igualmente importante
}  Por lo tanto la buena alimentación es mucho más que proveer al cuerpo de los nutrientes que necesita para estar perfectamente sano; comer es placer y también un acto social destinado a establecer lazos afectivos.

APRENDER A SABOREAR LOS ALIMENTOS

}  La comida debe ser una ocasión para compartir y disfrutar; es importante darle el lugar, el tiempo y la tranquilidad que merece.
}  Comer rápido equivale a no registrar lo que se come y las ganas de saborear un buen menú seguirán intactas.
}  En cambio cuando los minutos no nos corren porque estamos organizados le damos tiempo a la comida para que llegue al estómago y a los jugos digestivos para que comiencen el proceso de digestión, experimentando la sensación de saciedad totalmente liberados del malestar que produce engullir los alimentos por falta de tiempo.

IDENTIFICAR LAS SITUACIONES CRÍTICAS: EL COMER EMOCIONAL

}  La comida está directamente relacionada con lo emocional por lo tanto debemos reconocer aquellas situaciones que puedan afectar nuestra alimentación y por lo tanto nuestro bienestar.

}  Es de mucha utilidad tomar nota de todo lo que ingerimos, también prestar atención a nuestro
entorno, como por ejemplo, si estamos solos o acompañados, cual es nuestro estado anímico
(Aburrido, triste, alegre), si el lugar es agradable o no. si nos tomamos el tiempo necesario.
Explorar todos estos datos y volcarlos en un registro diario es de mucha utilidad para examinar
nuestra conducta y que situaciones emocionales influyen a la hora de alimentarnos.

}  La vida cotidiana nos enfrenta todos los días a distintas situaciones más o menos complejas que resolver y de las cuales no podremos huir, por lo tanto buscar otras alternativas para canalizarlas será más saludable que solo tratar de resguardarse a través de la comida.


#Ser FELICES



Aprender a ser felices

Me parece que la asignatura más importante de nuestra carrera de hombres es la construcción de la felicidad. La primera cosa que tendríamos que enseñar a todo hombre que llega a la adolescencia es que los humanos no nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que, en una gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o la desgracia.

Que no es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una casa.

Habría también qué enseñarles que la felicidad nunca es completa en este mundo, pero que, aun ahí, hay raciones más que suficientes de alegría para llenar una vida de jugo y de entusiasmo y que una de las claves está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que poseemos por pasarse la vida soñando o esperando la felicidad entera.


Sería también necesario decirles que no hay recetas para la felicidad, porque, en primer lugar, no hay una sola sino muchas felicidades y que cada hombre debe construir la suya, que puede ser muy diferente de la de sus vecinos. Y porque, en segundo lugar, una de las claves para ser felices está en descubrir qué clase de felicidad es la mía propia.

Añadir después que, aunque no haya recetas infalibles, sí hay una serie de caminos por los que, con certeza, se puede caminar hacia ella. A mí se me ocurren así de repente, unos cuantos:
Valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra alma. Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos. No tener que esperar a encontramos con un ciego para enterarnos de lo hermosos e importantes que son nuestros ojos.

No necesitar conocer a un sordo para descubrir la maravilla de oír. Sacar jugo al gozo de que nuestras manos se muevan sin que sea preciso para este descubrimiento ver las manos muertas de un paralítico.

Asumir después serenamente las partes negativas o deficitarias de nuestra existencia. No encerramos masoquista-mente en nuestros dolores. No magnificar las pequeñas cosas que nos faltan: no sufrir por temores o sueños, de posibles desgracias que probablemente nunca nos llegarán.
Vivir abiertos hacia el prójimo. Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que pasarnos la vida desconfiando de los demás.

Tratar de comprenderles y de aceptarles tal y como son, distintos a nosotros.
Buscar también en todos más lo que nos une que lo que nos separa, más aquéllo en lo que coincidimos que en lo que discrepamos. Ceder siempre que no se trate de valores esenciales. No confundir los valores esenciales con nuestro egoísmo.

Tener un gran ideal, algo que centre nuestra existencia y hacia lo que dirigir lo mejor de nuestras energías. Caminar hacia él incesantemente, aunque sea con algunos retrocesos.

Aceptar la lenta maduración dé todas las cosas, comenzando por nuestra propia alma. Aspirar siempre a más, pero no a demasiado más. Dar cada día un paso. No confiar en los golpes de la fortuna.Creer descaradamente en el bien. Tener confianza en que a la larga -y a veces muy a la larga- terminará siempre por imponerse. No angustiarse si otros avanzan aparentemente más deprisa por caminos torcidos. Creer en la también lenta eficacia del amor. Saber esperar.

En el amor, preocuparse más por amar que por ser amados. Tener el alma siempre joven y, por tanto, siempre abierta a nuevas experiencias.
Estar siempre dispuestos a revisar nuestras propias ideas, pero no cambiar fácilmente de ellas. Decidir no morirse mientras estemos vivos.
Elegir, si se puede, un trabajo que nos guste. Y si esto es imposible, tratar de amar el trabajo que tenemos, encontrando en él sus aspectos positivos.

Revisar constantemente nuestras escalas de valores. Cuidar de que el dinero no se apodere de nuestro corazón, pues es un ídolo difícil de arrancar de él cuando nos ha hecho sus esclavos.
Descubrir que la amistad, la belleza de la naturaleza, los placeres artísticos y muchos otros valores son infinitamente más rentables que lo crematístico.

Procurar sonreír con ganas o sin ellas. Estar seguros de que el hombre es capaz de superar muchos dolores, mucho más de lo que el mismo hombre sospecha.
La lista podría ser más larga. Pero creo que, tal vez, esas pocas lecciones podrían servir para iniciar el estudio de la asignatura más importante de nuestra carrera de hombres: la construcción de la felicidad.
--
Mgr. MARIA TERESA GALEANO
Psicóloga clínica. Máster en Terapia Familiar. RPN ° 865
Especialista en Trastornos alimenticios.
Consultorio: +595 21 234.268
     
--

domingo, 19 de julio de 2015

Nuevos paradigmas en las parejas




PARADIGMAS EN LAS PAREJAS

Hay algunas contradicciones y al mismo tiempo nuevos procesos que se están abriendo.
Por un lado las estadísticas en nuestro país muestran que la misma cantidad de personas que se casan en el año, también equipara a la cantidad de divorcios o separaciones en nuestro país.
Es necesario entender que en nuestra sociedad todavía existe la ilusión de casarse con una persona para toda la vida. Pero al mismo tiempo se sabe que está la posibilidad de la separación.

EL Papa Francisco mencionó las sabias palabras que “hay que ser valientes para asumir el compromiso de casarse para toda la vida”
Cuando una pareja contrae matrimonio, lo normal es que lo haga por toda la vida: esta institución, tal cual ha sido creada, es para que cumpla con la finalidad de permanencia y de estabilidad, que es precisamente el factor distintivo de las uniones transitorias o fugaces.

Este carácter de durabilidad hace a la esencia misma del matrimonio, pues la institución de esta forma permite al ser humano desarrollarse y crecer conjuntamente con la persona elegida para este fin, en todos los órdenes de la vida.

Tener hijos que los proyecten en el futuro, educarlos, convivir con la pareja asegurando una vida de compañía, de solidaridad, de ayuda mutua, hace que se cumplan con los fines del matrimonio. Este se basa en el amor y en la solidaridad. El amor es por sobre todas las cosas tolerancia, comprensión y recíprocas concesiones dentro de un marco de convivencia.

Desgraciadamente las cosas no siempre ocurren como se desean. Y lo que pudo ser una vida realizada, plena de felicidad, puede convertirse en una vida de peleas, pequeñas o grandes, incomprensiones, que llevan paulatinamente al deterioro del matrimonio, que lo van desgastando hasta hacer intolerable la vida en común.

Otras veces, situaciones no queridas por los cónyuges, como una enfermedad mental grave, o la drogadicción o el alcoholismo también producen la ruptura de la affectio maritales y, por consiguiente, la terminación de la convivencia normal entre los esposos. Si no hay hijos, la situación cambia fundamentalmente, porque debe tenerse en cuenta que la vida ya no pertenece solamente de los esposos, sino también a quienes han traído al mundo. Y en ellos debe pensarse principalmente, porque seguramente son los que más sufren con esta situación creada entre los padres.

Y lo que es más grave, muchas veces éstos, cegados por una pasión malsana, obnubilados por hechos puntuales atribuibles solamente a ellos, hacen de los hijos una suerte de trofeo de guerra y se enfrascan así en tribunales en una lucha sin cuartel en la que, normalmente, los hijos son los que más pierden y sufren con esta desavenencia de los padres.

UN CAMBIO DE PARADIGMA

Dentro del campo de la psicología, dentro del consultorio particular, son cada vez más las parejas que buscan ayuda sin prejuicios.
Inclusive son cada vez más jóvenes los que piden ayuda para mejorar la pareja o evitar la ruptura.

Las demandas de pareja crecieron en un 30%.
Las parejas buscan cada vez más un árbitro que les ayude a comunicarse asertivamente, que logre mediar en los conflictos.
En nuestro país los hombres son más resistentes a la terapia de pareja. Por lo general son las mujeres las que se acercan a solicitar ayuda, aunque los varones luego se abren con facilidad.

Hay mas apertura al diálogo de lo que constituye la intimidad. Los problemas de parejas se hablan más abiertamente que antes. Sin embargo para algunas parejas sigue siendo un tabú.
Para algunas parejas es difícil admitir que hay un problema y les parece que ir a terapia es grave. También es el prejucio que si se va a la terapia de pareja es para separarte.
Lo cual es todo lo contrario ya que la terapia de pareja se instalá para ayudar a resolver los conflictos y por otro lado para abrir una zona de dialógo mediado por un experto.
Por lo general las mujeres son las más perceptivas y sienten que algo pasa, la sensación de que pasan muchas cosas y que no se hablan de esas cosas.




PARA CONCLUIR, las parejas siguen soñando con casarse, sabiendo que la propuesta no es fácil. Las parejas están màs abiertas al dialógo pero también mas contaminadas por todos los medios de comunicación y las redes sociales.
Lo positivo es que cada vez las parejas buscan mas rápido ayuda para resolver sus conflictos.

Y desde mi punto de vista comparto las palabras del Papa Francisco, que hay que ser valientes para tomar la decisión de casarse.
Solo que también agregaría que es de valientes darse cuenta que se necesita ayuda y en el caso que la pareja no funcione, es un acto de valentía y de salud mental tomar la decisión adecuada.
Por otro lado creo que también la gran valentía del siglo XXI y el desafío de esta generación, no es sólo tomar la decisión de casarse sino la decisión de mantener la pareja a lo largo de los años, mantener viva la paciencia y la pasión a pesar de los años que pasan.

Mgr. María Teresa Galeano

Máster en Terapia Familiar 

sábado, 18 de julio de 2015

El Semaforo Programa 23 - Primer dia de clases

EL SEMAFORO Programa I - Trastornos Alimenticios - Maria Teresa Galeanmo

#Conquistarse #aUnoMismo


LA CONQUISTA DE UNOMISMO


La única diferencia entre un vagón de primera y uno de turista es la comodidad con la que llegas a donde te llevan. Por mucho que cueste el billete, todos los vagones siguen a uno anterior, y el que no lo hace, sigue una vía. La auténtica manera de vivir un viaje en primera es elegir tu destino, tu vía y tu tren.
Somos punto de encuentro de muchas fuerzas (pasado, opiniones, deseos, miedos). Todas ellas, muy poderosas. En nuestra mano, en cambio, solo disponemos de una (aunque superior a las demás): la fuerza de voluntad. Si bien en número perdemos, podemos ganar por coraje y amor propio
No hay mayor conquistador que quien se conquista a sí mismo.”.

Conquistar tus deseos

Si creáramos un Diccionario de uso de frases antónimas, el contrario de “qué bueno soy” sería “qué mala suerte tengo”. Nos sentimos más a gusto siendo víctimas que responsables, excepto cuando logramos algo importante, claro, en ese caso la medalla y la gloria son nuestras.
Conquistar tus deseos no tiene que ver con lograr los objetivos, sino con apostar por ellos y no bajarse.
Imponerse a los miedos no es lograr que estos desaparezcan. Somos humanos y no es nuestra misión dejar de serlo. Imponerse es, como ya dijimos, abrirte a la zona rica: la zona de inconfort. Conquistar tus miedos es no quedarte en tierra porque temes volar, es mirar al marcador y ver Temblores.

Las excusas se han convertido en el mejor aliado del inmovilismo. En lugar de aprovechar la oportunidad de vivir verdaderas aventuras, hemos asentado el campamento en la queja y no en la acción. “La culpa siempre es de los otros”, “este país va mal por culpa de los políticos”, “es que el árbitro…”, “ya, pero es que poca gente puede vivir del arte”, etc.

El éxito es siempre un premio pequeño al lado del mérito de ir tras lo que se desea. Nunca eres tan responsable de lo que consigues como lo eres de tu dignidad. Conquistarse es dejar de echar balones fuera, agarrar la pelota y decir “este penalti lo tiro yo”.

Conquistar tus miedos. De todos los días del calendario, hay uno que es especialmente especial. Es el día en que descubres que, a pesar de todas las fuerzas que te han enviado hasta ahí, puedes dirigir tu camino. 
Es el día en que decides no culpar a los demás y pasar al asiento delantero. Ese día te olvidas de lo que deberías ser o lo que esperan de ti, les perdonas, les comprendes y sigues tras la persona en que tú realmente te quieres convertir.

Ese día dejas de vivir a rebufo de los demás, abandonas la comodidad del vagón, y empiezas a diseñar un mundo mucho más rico: tu mundo. Es el día que decides conquistarte.

Mgr. María Teresa Galeano
Psicóloga clínica. Máster en Terapia Familiar. RPN°865


#Obesidad #ADOLESCENTE

OBESIDAD ADOLESCENTE. UN MAL DEL SIGLO XXI 


Antes que nada es interesante recordad que la obesidad es el mal del siglo xxi y sobretodo en la población de niños y adolescentes. Las estadisiticas de la OMS son aterradoras y muy desalentadoras si no tomamos medidas preventivas importantes.

Según el Ministerio de Salud “Un 14% de niños y adolescentes tienen sobrepeso; mientras que el 20% sufre de obesidad, motivo por el cual nos vemos en la necesidad de implementar políticas de prevención más agresivas a fin de salvaguardar el futuro de la población.” Para hablar de obesidad con los adolescentes es muy importante tocar el tema con mucho cuidado y mucho tacto. No podemos olvidar que los adolescentes están en una etapa de muchos cambios hormonales y cambios metabólicos. Además que de por si se da un ensanchamiento del cuerpo y un estirón en lo alto. El adolescente que entra en esta etapa con sobrepeso u obesidad es más complicado de tratar y abordar terapéuticamente porque viene con malos hábitos y probablemente una vida sedentaria. Es muy importante también indagar la genética.

Está otro grupo de adolescentes que durante la adolescencia suben de peso y se desbordan. En ambos casos es importante tener en cuenta tres cosas: - La manera que abordamos los padres este trastorno - El ejemplo que le damos nosotros como padres - Lo importante que es para ellos a nivel social y de relacionamiento, ya que en esta edad la estética pesa mucho como un valor. Y mas todavia en esta época.

Es importante que los padres encaremos con naturalidad pero seriedad al mismo tiempo. La peor actitud es la de hacerlos sentir mal o despectivamente por su estado estético. Tenemos que convertirnos en aliados y estimuladores de su autoestima para que ellos encuentren una motivación válida y sostenida en el tiempo. -¿En qué momento los padres deben ponerse alertas acerca de la salud del adolescente? La obesidad siempre es un tema preocupante. Es un tema grave de salud física y mental. De ninguna manera podemos soslayar la obesidad tomándola como un tema sin importancia. Influye en la autoestima y el desarrollo personal del adolescente. Crea complejos que pueden arrastrarse toda la vida sin hablar de los problemas de salud. -¿Cómo se les puede educar a los hijos a que lleven una rutina y una calidad de vida más saludables? Desde niños por ejemplo. O cuando hay casos de niños que no quieren comer verduras, creo que por esa etapa pasamos la mayoría de las personas. En la etapa infantil es fundamental los hábitos que inculcan los padres a los niños. Desde comer en la mesa y respetar los horarios hasta manejar la ansiedad hacia la comida.

Cuando hay niños obesos que no quieren incorporar comidas saludables es importante acudir a una especialista en nutrición para que los padres puedan tener más herramientas en el manejo de los niños. Otro tema muy importante desde el punto de vista terapéutico es el manejo de la ansiedad hacia la comida. Estamos inundados de comida chatarra pero de a poco también tenemos opciones de comidas saludables.


Según los expertos en Obesidad y las investigaciones que se han realizado hay tres pilares importantes para el manejo de este trastorno. 1. La incorporación de hábitos saludables y comidas sanas. 2. La práctica constante de un deporte o actividad física es indispensable. 3. El manejo de la ansiedad hacia la comida Las dietas tiene que ser equilibradas y no dietas restrictivas. Las dietas restrictivas son las causantes de la aparición de ansiedades que se convierten en hábitos y que son muy difíciles de extinguir. El tratamiento de la obesidad es, en buena medida, un problema educativo. El paciente necesita: reeducar sus hábitos alimenticios, sus actividades y su género de vida en conjunto. la ayuda de profesionales para comprender la razón de los cambios que debe introducir en sus costumbres y para desarrollar objetivos y motivación para mantenerlos. Las medidas dietéticas deben ajustarse al caso individual en cuanto intensidad de la restricción calórica, duración y pérdida de peso. El grupo de adolescentes merece una atención especial: Hacer énfasis en introducir cambios de conducta alimentaria pactando reducir el número de transgresiones, introducir alimentos que no se consumen y aumentar la variedad de la dieta. -¿Qué actividades debe realizar o cuáles evitar? Es importante promocionar en los adolescentes los deportes y las actividades físicas pero al mismo tiempo que sean placenteras para ellos. -¿Cómo es posible apoyar a los hijos adolescentes en la etapa de desarrollo y tratamiento de la enfermedad? Lo más importante es que los padres tenga paciencia y perseverancia antes un adolescente obeso. Recordemos que el adolescente “adolesce” sufre por la etapa que está pasando pero si a esto le adherimos la obesidad es una forma muy dolorosa de pasar la adolescencia. Es importante que los padres busquen ayuda profesional de lo contrario el adolescente obeso se seguirá refigiando en la comida cada vez más. Se convierte en un círculo vicioso como el alcohol o las drogas. Un camino difícil de salir. -¿La obesidad debe ser considerada un problema individual o familiar? La obesidad debe ser considerada un problema individual y familiar.


 Toda la familia debería entrar en hábitos saludables de alimentación y de prácticas constantes de actividad física. -¿En qué momento el o la adolescente empieza a sentir cierta obsesión por su imagen? Consecuencias psicológicas de la obesidad en la adolescencia La obesidad genera una gran carga psicológica. Hay autores que afirman que la pérdida de peso provoca reacciones como la depresión, irritabilidad, nerviosismo y ansiedad, mientras que otros afirman un efecto positivo en el estado de ánimo. En cuanto a la recuperación de peso, después de haberlo perdido, parece tener un efecto negativo en el estado de ánimo, la autoestima, y la aceptación de la propia imagen, unido a un gran sufrimiento que deriva del prejuicio social.

 Consecuencias estéticas de la obesidad en los jóvenes El ideal actual de belleza lleva al interés de las dietas de adelgazamiento. Muchos de ellos carecen de la base racional y constituyen un peligro para la salud. La personalidad del adolescente y la obesidad. La relación entre ambas no está clara aunque hay estudios que destacan ciertas características de la obesidad: alteración de la imagen corporal, mayor presencia de ansiedad, depresión, somatizaciones, menor sociabilidad junto a un mayor número de problemas sociales y familiares.

 Mgr. María Teresa Galeano. Máster en Terapia Familiar. R.P.Nº865 Especialista en Trastornos alimenticios y de la Obesidad en la Universidad de Favaloro. Bs.As. Argentina.

Calidad de Vida en el siglo 21

Resultado de imagen para calidad de vida


LA IMPORTANCIA DE GARANTIZAR ESPACIOS 

DE CRECIMIENTO EN CONTACTO CON LA 

NATURALEZA Y ESPACIOS VERDES


EscribeMgr. María Teresa Galeano.
Psicóloga clínica. Máster en Terapia Familiar. Docente Universitaria de la UC.
Tel.: (595 21)234268. Celular: 0981.416466. Mail: licgaleano@gmail.com

Toda una generación de niños crece marcada por el sedentarismo y sin contacto con los espacios abiertos al aire libre. Esa vida trae sus consecuencias: obesidad infantil y estrés son los problemas más habituales, pero también se registra un aumento en la depresión y los desordenes anímicos. El periodista Richard Louv estudió estas problemáticas, forjó el concepto de “déficit de naturaleza” y estableció propuestas para superarlo.

¿Qué es el déficit de naturaleza?

El síndrome o desorden de déficit de naturaleza es el término que el escritor Richard Louv recientemente le dio al resultado en los niños de hoy en día de vivir y crecer lejos del contacto con la tierra.
Este fenómeno ha sido expuesto por muchos escritores, educadores y psicólogos y representa una de las amenazas más importantes para nuestros niños y jóvenes de la actualidad. Al crecer en ambientes que carecen de las oportunidades dadas por el aire libre y la naturaleza los niños pierden importantes espacios de desarrollo cognitivo y de comportamiento.
Por ejemplo, la exploración alimenta la creatividad y la capacidad para resolver problemas. Muchas de las destrezas de convivencia se desarrollan en el juego al aire libre, no solo con otros niños sino también con los diferentes habitantes del bosque o el jardín.
"El Síndrome de déficit de la Naturaleza no es un diagnóstico oficial, sino un modo de ver el problema, y describir los costos humanos de la alienación de la naturaleza, entre ellos: uso disminuido de los sentidos, dificultades de atención, y tasas más elevadas de enfermedades físicas y emocionales. El trastorno puede ser detectado en los individuos, las familias y las comunidades. " - Richard Louv, Last Child in the Woods-
¿Contribuye esto al desarrollo de la creatividad o no?
El cuento de 'Heidi', escrito en 1880 por la suiza Johanna Spyri, sirve de metáfora para lo que algunos expertos empiezan a considerar como el nuevo mal del siglo XXI: el síndrome de déficit de naturaleza. Para alguien acostumbrado a vivir en el campo, las grandes ciudades pueden generar ansiedad o claustrofobia, pero el síndrome que afecta a los niños parece atacar a un nivel más profundo: al desarrollo cognitivo y de comportamiento.
Cuando Heidi, la inocente niña huérfana que vive con su abuelo en una cabaña de los Alpes suizos, es enviada a Fráncfort para hacer de dama de compañía de Clara Sesemann, la hija inválida de una familia pudiente, Heidi se marchita y enferma. Una vez devuelta a la naturaleza, Heidi recupera toda su salud. A la inversa, cuando Clara, con la que traba una fuerte amistad, va a la montaña a visitar a Heidi, consigue levantarse de su silla de ruedas y dar unos pasos.
Hasta ahora, la situación se había descrito al revés. Varios estudios han afirmado que el contacto con la naturaleza ayuda a los niños con trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDAH) a mejorar sus síntomas. De hecho, las salidas al campo han sido el clásico remedio de las enfermedades psiquiátricas. Pero la nueva tendencia lo plantea de otra manera: el alejamiento de la naturaleza es la causa de los trastornos, incluido el que afecta a la salud física y mental a largo plazo de los niños.
Las señales de que un niño está 'alienado' van desde la hiperactividad hasta el ostracismo y la obesidad. Problemas cuyos diagnósticos ya se dan, pero que se suelen tratar por separado.
Realmente, no existe todavía un gran respaldo médico a esta nueva teoría, surgida de un libro que fue un éxito de ventas en EEUU. 'Los últimos niños en los bosques: salvar a nuestros hijos del trastorno de déficit de naturaleza', del periodista Richard Louv, recordó el profundo cambio que ha sufrido la infancia en los últimos tiempos. Hasta hace 30 años, dice Louv, los niños jugaban entre los árboles o en el campo. Hoy, muchos de ellos saben más que antes de especies amenazadas, pero la digitalización ha hecho que sus experiencias sean más virtuales que reales.

¿De qué manera influye en el nivel de madurez de los niños?

Somos varios los que nos preguntamos con frecuencia si no es insalubre que la generación más joven no estimule su imaginación en espacios abiertos. Louv decidió indagar en esto cuando investigaba para su libro "El futuro de la infancia" y descubrió que la falta de contacto con la naturaleza tiene efectos físicos y psicológicos en las personas.

Los niños pasan demasiado tiempo encerrados. Van de la casa a la escuela, a centros de actividades y a casa otra vez. Entienden más que los adultos de tecnología y muestran mayor facilidad para adaptarse al cambio.
En muchas cosas parecen ser más "avispados" de lo que éramos nosotros a su edad o hasta, quizás, más inteligentes. Sin embargo, esta "madurez" prematura les está jugando en contra. Cada vez son más comunes el síndrome de déficit de atención y la obesidad infantil y hay otros efectos como el estrés o la depresión que pueden estar ligados con la falta de naturaleza en sus vidas.
Cuando un niño se golpea o corta en la actualidad, los padres se alborotan; en seguida van al médico y lo llenan de remedios, vendas y cuidados. No es que esté mal cuidar a nuestros hijos, pero estamos ejerciendo una sobreprotección que ignora nuestras propias experiencias.
Louv destaca que no son las ciudades y la tecnología los únicos responsables del déficit de naturaleza; los padres forman parte de las causas. La inseguridad social creciente nos obliga a remarcar más que nunca el "no hables con extraños" y limitan el esparcimiento de nuestros hijos a un área marcada y conocida, a moverse en automóvil y no salir mucho de casa.
En el libro "El último chico en el bosque" Louv sugiere que los niños que son expuestos a la naturaleza muestran mejoras intelectuales, espirituales y físicas en comparación a los que se mantienen encerrados.

Las actividades en la naturaleza probaron disminuir el estrés, mejorar la concentración y promover resoluciones creativas a problemas. Louv y varios investigadores más consideran que ésta es una buena terapia para el síndrome de déficit de atención y otros males que afectan a los niños. Louv va un poco más allá, sugiriendo que mientras aumentar la exposición de los niños a la naturaleza puede ayudarlos a centrarse, la existencia de desórdenes es evidencia de que dos generaciones de alienación pueden haber resultado en un daño considerable ya hecho a nuestros niños.
Los niños necesitan de la naturaleza para desarrollar sus sentidos de aprendizaje y creatividad. Estudios en Estados Unidos, Suecia, Australia y Canadá han demostrado que los chicos que juegan en escenarios naturales (con ríos, campos y árboles) son más propensos a crear sus propios juegos y mostrar mayor cooperación que aquellos que juegan en escenarios armados. Y es que en los ambientes controlados no hay verdadera experimentación ni riesgo. Aunque, precisamente, el riesgo es lo que los padres desean evitar, es lo que más nos enseña y estimula la creatividad a la hora de encontrar soluciones.

El déficit de naturaleza no es una enfermedad que requiera de pastillas o tratamientos inclementes. Por el contrario, puede solucionarse recuperando esa costumbre perdida que tan bien nos hizo cuando nosotros fuimos pequeños. Louv ha iniciado una campaña denominada para ayudar a disminuir las horas que los niños pasan conectados a un medio electrónico.
Estos programas están implementándose en diferentes países, sumando experiencias en ambientes naturales a las materias de ciencias en las escuelas y excursiones de 3 días al aire libre y en contacto con la naturaleza.
Los chicos de ahora aprenden de naturaleza en sus libros y entienden más sobre la selva amazónica de lo que nosotros comprendíamos años atrás. Pero la falta de contacto con la naturaleza intelectualiza el aprendizaje y los vuelve desapegados. Y son ellos los que deberán luchar por preservarla de aquí a unos años. Es hora de volver a encarrilar nuestra unión con la naturaleza. Tanto la de nuestros niños como la propia.
Se habla de que esta situación es un resultado de la cultura misma, de este siglo, sin embargo ¿qué citaría también como otras causas de este fenómeno?, por ejemplo ¿inseguridad social?
Nuestra cultura es una cultura del consumismo, nuestros niños tienen de todo: playstation, juguetes, ropas, wii, la computadora.  Pero les falta el contacto directo con el medio ambiente. Los niños que no se relacionan con el entorno son más individualistas y obesos, y menos creativos.

Lastimosamente, muchos niños crecen hoy sin vivir estas experiencias: su único contacto con la naturaleza es a través de la televisión y la computadora.
La expansión urbanística se ha tragado los espacios verdes. Y restricciones legales impensables hace 30 años los han reducido aún más. Hasta los árboles de los parques se rodean de barreras para que los niños no trepen y evitar posibles demandas.
Los padres de hoy también difieren de sus antepasados en una cosa: ven el exterior de su casa como algo amenazador. Temen que rapten a sus hijos, que les vendan drogas... 
Patología. La consecuencia es lo que Louv define como “trastorno de déficit de naturaleza”, un término inventado, pero que diversos estudios asocian con una serie de síntomas: déficit de atención e hiperactividad, obesidad, ausencia de creatividad y curiosidad, ignorancia sobre la vida natural, falta de comunión con el entorno, individualismo y escaso sentido de comunidad. “Por suerte –señala Louv–, hay un antídoto: devolver a los niños al entorno”.
De hecho, colegios muchos colegios han empezado a acercarse a la naturaleza han constatado sorprendentes mejoras en las notas y el comportamiento de los alumnos. Y no hay que viajar lejos. Incluso cultivar plantas en la terraza o en un minihuerta puede ayudar al niño a establecer vínculos con el medio natural. “Las consecuencias son claras –señala el experto–. Menos trastornos por déficit de atención e hiperactividad, menos riesgo de depresión y ansiedad, más autoestima, mejor desarrollo cerebral, más curiosidad y creatividad y mejor conexión con la comunidad y el entorno”.

LA SITUACIÓN DE ESTE FENÓMENO EN NUESTRO PAÍS.

En este sentido el Paraguay es un país que vive dos realidades. Las grandes urbes y la/os niñ@s que están creciendo en ciudades desarrolladas están viviendo este Déficit de naturaleza.  Pero por otro lado la gran paradoja es que en el interior de nuestro país ocurre lo contrario hay muchos niños que no tienen contacto con la tecnología ni si quiera con un nivel de educación aceptable. Muchos niños viven cultivando la tierra o van descalzos al colegio… Y tampoco tienen acceso a la tecnología y viven otra realidad y están lejos del mundo globalizado. Muchos solo se plantean la desnutrición y un nivel de educación primaria.
Restaurar la relación con la naturaleza interesa a nuestra sociedad, y no sólo por cuestiones estéticas, sino porque nuestra salud mental, física y espiritual dependen de ello”.

¿Qué cambios deberíamos hacer en nuestras ciudades? 

Convertir los espacios abiertos de los alrededores de las ciudades en zonas de naturaleza accesibles y “vivibles” para la población.

• Diseñar centros comerciales con zonas verdes.

• Crear jardines y huertos en los patios de nuestras casas.

• Diseñar nuevos conceptos de parques en los que niños puedan vivir realmente la naturaleza.

• Incluir la relación con el entorno en los planes de estudio.

• Diseñar colegios que integren la naturaleza en sus espacios.

• Propulsar energías limpias, que aseguren un aire menos contaminado para las futuras generaciones.

CALIDAD DE VIDA

A lo largo del tiempo, el concepto de Calidad de Vida ha sido definido como la calidad de las condiciones de vida de una persona, como la satisfacción experimentada por la persona con dichas condiciones vitales, como la combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, Calidad de Vida definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a la satisfacción que ésta experimenta, y, por último, como la combinación de las condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas personales, no obstante, se estarían omitiendo aspectos que intervienen directamente con la forma de interpretar o no las situaciones como positivas o no, es decir, aspectos que influyen la escala de valores y las expectativas de la personas: la cultura.

Pues bien, la calidad de vida es una categoría multidimensional, presupone el reconocimiento de las dimensiones materiales, culturales, psicológicas y espirituales del hombre, combate el concepto de hombre unidimensional y uniforme y obliga a desplegar mucha creatividad para aprender la diversidad humana. Lo anterior se acopla a la perfección a la mayoría de las tendencias actuales quienes rechazan el concebir al humano como ser lineal, ello se considera obsoleto, ya que desde su misma corporalidad la complejidad el ser humano es indescriptible, por ello acercarse a los procesos desde una forma holística permite mayor comprensión de esta madeja de factores mutuamente influyentes.