#MENTE #ABIERTA. Un espacio de relfexión

domingo, 21 de febrero de 2016

El #amor es para #valientes que #arriesgan


No existe hombre tan cobarde como para que
el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe.
Platón

Si tuvieras una buena autoestima, no habría oportunidad de enamorarse de alguien que, tras el tiempo suficiente, no sea capaz de decirte: “mi apuesta eres tú”. Todo el mundo merece escuchar, al menos, un “¿sabes qué?, me la juego contigo”.
Al igual que tú, he visto a personas re aprender un deporte tras perder algunas partes de su cuerpo; he visto a gente trabajar meses o incluso años sin cobrar y a otros trabajar en un restaurante de comida rápida para terminar y ponerse a escribir, pintar o bailar porque eso no les da aún de comer; y he visto a un hombre que no puede vocalizar ni agarrar un lápiz revolucionar la ciencia… Y aun así, siempre hay alguien que dice: “no, es que no es mi momento”, “es que estoy centrado en mi trabajo”, “es que salgo de una relación” y demás excusas para llevarse el polvo pero dejar el mueble. Si hay amor se encuentra la manera.
Vivimos en una época donde no hay dragones que matar ni tierras que conquistar, hoy, el (principal) problema no es que no se pueda, sino que no se quiera lo suficiente. La mayoría de cosas que no hacemos no es por dificultad, es por falta de amor.
Creo que la valentía es el valor más grande que puede tener un ser humano. Un valiente arriesga, elige, toma partido, se hace responsable y crea su destino. Es el capitán de los optimistas, pues no solo ve lo bueno sino que lo persigue sin negociar. 

 “Detrás de alguien que arriesga hay alguien que ama.”

Cuando no sepas dónde están esos valientes, fíjate en los que dicen  diciendo no, pues detrás de alguien que renuncia hay una persona que elige, detrás de alguien que elige hay una persona que arriesga y detrás de alguien que arriesga hay una persona enamorada. Donde hay un valiente, hay un amante.
Lo que diferencia a alguien valiente de un “cobarde” es que no se queda parado ante la bifurcación pensando en lo que pierde o en lo que renuncia, sino que ve en ti una victoria y ganancia suficiente como para no tener que mirar atrás. No se echa a un lado pensando que siempre puede venir algo mejor, porque acepta que el mundo es imperfecto, que tú lo eres… que los dos lo son.
Sabe que lo importante no es ni la realidad, ni lo que hay, sino lo que se puede llegar a crear, y para eso no hace falta ser perfectos, hace falta ponerse manos a la obra.
Nunca verás a un valiente haciendo una lista de pros y contras, porque para ellos el amor no es un mercado ni tú un producto más. Las decisiones racionales los deja para los yogures o las hipotecas, nunca para sus sueños.
Nadie se hizo rico apostando en pequeñas cantidades.

“Los valientes se la juegan porque “esa aventura no se la pierden”.

Un valiente no entiende la estúpida forma que tiene la cultura de valorar el éxito o el fracaso y la pérdida o la ganancia, pues cree que a nadie que lo ha dado todo se le puede exigir nada y que lo único que verdaderamente se puede perder en la vida no es una pareja, un partido, un sueldo, etc., ellos saben que lo único que verdaderamente se pierde en la vida son oportunidades.