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miércoles, 15 de julio de 2015

SÍNTOMAS DEPRESIVOS

Estos son los síntomas más comunes que nos indican que la salud mental de un adolescente está en peligro:

1. Desorden en el sueño. El cambio en los hábitos de sueño es una de las primeras evidencias físicas de la depresión. Un adolescente que apenas duerme o que pasa en la cama más horas de lo normal puede estar sufriendo un transtorno depresivo.

2. Cambios en la alimentación. Los extremos también se tocan en este supuesto: perder totalmente el apetito o comer demasiado son una mala señal. Los transtornos alimentarios, como la anorexia o la bulimia, pueden, de hecho, ir ligados o generar una depresión.

3. Pérdida de interés en las actividades que antes realizaba. Que un adolescente deje de disfrutar de sus 'hobbies' es una preocupante señal de que algo va mal. En muchas ocasiones, el afectado se mostrará aburrido y querrá estar solo con frecuencia.

4. Los amigos, de lado. La depresión también suele apartar de sus amigos al adolescente, que muestra desinterés por ellos y en muchas ocasiones prefiere estar solo.

5. Enfados y sollozos espontáneos. La irritabilidad y la tristeza son dos características comunes en los pacientes que sufren depresión. En el caso de los más jóvenes, los arranques de ira y los lloros pueden surgir sin causa aparente y deben ser motivo de preocupación si se hacen frecuentes.

6. Falta de concentración y bajada del rendimiento escolar. Un adolescente deprimido suele sufrir una baja concentración, además de una dificultad para recordar cosas y tomar decisiones. Es común que estos síntomas se plasmen en peores resultados académicos.

7. Comentarios despectivos hacia uno mismo. La falta de autoestima es un rasgo típico entre los adolescentes que se están desarrollando, pero que se convierta en un problema crónico que genera comentarios autodespectivos puede ser un signo de depresión. La culpa exagerada, las críticas desmesuradas o la necesidad de apoyo incondicional ante el fracaso también levantan las alertas.

8. Peleas con otros compañeros y comportamientos criminales o de riesgo. Si el adolescente comienza a implicarse en acciones violentas, a hacer 'bullying' o a pelearse con otros compañeros, puede estar sufriendo un transtorno depresivo. Los comportamientos sexuales de riesgo y el aumento en el consumo de alcohol y drogas también entran en esta categoría.

9. Huídas. Escaparse de casa puede ser un síntoma de depresión que debería alertar a los padres u otros familiares.

10. Pensamientos suicidas. Son, en muchos casos, la prueba definitiva de que el adolescente está sufriendo una depresión. Es frecuente que estos pensamientos, centrados en la muerte o el sinsentido de la vida, se acaben verbalizando en frases como 'Me quiero morir' o que, desgraciadamente, se vean reflejados en intentos de suicidio o de auto-castigo como los cortes.