#MENTE #ABIERTA. Un espacio de relfexión

lunes, 28 de septiembre de 2015

#Manipulación #Emocional

Cinco manipulaciones de abuso emocional que suelen pasar inadvertidas

El abuso no solo es físico, también es emocional, mental y verbal. Sin embargo, mientras que la violencia física es obvia, otros tipos de abuso son más sutiles y difíciles de detectar, incluso para la persona que está siendo sometida.

Además, el principal problema es que a menudo el abuso emocional es cometido por una persona cercana, a la que queremos y de la que no esperamos semejante comportamiento.

Por eso, cuando nos damos cuenta es porque ya estamos enredados en la tela de araña que ha construido a nuestro alrededor.

Todo suele comenzar con un comentario casual sobre un tema intrascendente, como el color de las cortinas, los platos por lavar o llevar el coche al mecánico.

Esa persona se encargará de sacar de contexto la situación y, en vez de limitarse a señalar un hecho, realizará una acusación para que el otro se sienta mal.

Obviamente, cuando alguien se siente acusado, lo más usual es que intente defenderse exponiendo sus razones. Sin embargo, no servirá de nada porque el acosador no pretende entender o solucionar el problema, tan solo quiere atacar.

En realidad, su objetivo no es que la otra persona lave los platos o que lleve el coche al mecánico, esta es únicamente una excusa para comenzar el juego de la manipulación y darle rienda suelta a su ira.

Marionetas en las manos de otros: Las técnicas de manipulación más dañinas

1. Gaslighting. Este término proviene de la obra de teatro “Gas Light”, en la cual el protagonista intentaba convencer a su mujer de que estaba loca, manipulando diferentes objetos de su entorno e insistiendo en que estaba equivocada cuando ella le hacía notar esas variaciones.

En la práctica, esta persona se dedica a presentar falsa información, para hacernos dudar de nuestra memoria y percepción y, en última instancia, incluso de nuestra cordura.

El abusador suele comenzar negando que determinados eventos hayan ocurrido, hasta llegar a escenificar situaciones raras que desorientan a su víctima. De esta forma, terminamos dudando incluso de lo que dijimos un minuto atrás.

2. Silencio. El silencio también se puede utilizar como una táctica de abuso emocional.

De hecho, la indiferenciaasociada al silencio causa profundas heridas emocionales porque no solo aumenta el nivel de ansiedad en la víctima sino que también daña profundamente su autoestima y provoca una enorme inseguridad.

El abusador usa el silencio para castigar a su víctima, simplemente no responde, se muestra frío y distante. De esta forma, tensa al máximo la cuerda, hasta que la otra persona no puede más y termina disculpándose por algo que no ha hecho.
Así el abusador logra su objetivo: dominar y manipular jugando con las emociones.

3. Proyección. Básicamente, se trata de un mecanismo de defensa a través del cual les atribuimos a otras personas deseos y sentimientos que son nuestros pero que no reconocemos como propios porque desequilibrarían la imagen que tenemos de nosotros mismos. Así, al proyectarlos sobre otros, nos sentimos aliviados.

En el abuso emocional, la persona lo que hace es proyectar sobre su víctima sus propias inseguridades, miedos y problemas. Por eso, acusará a la otra persona de mentir, cuando en realidad es él quien miente, o le acusará de ser infiel, cuando en verdad es ella la que traiciona.
En práctica, se trata de descargar su responsabilidad sobre el otro, para crear confusión y cambiar su autoimagen, diseñándola a su imagen y semejanza.

4. Intimidación encubierta. La persona que recurre a las tácticas de abuso emocional no suele emplear la agresividad y la violencia, al menos no de forma evidente porque su principal objetivo es manipular a su víctima sin que su imagen se vea dañada. Por eso, en muchos casos suele recurrir a la intimidación encubierta.

Es fácil percatarse porque su discurso está plagado de amenazas indirectas, que quedan implícitas en sus palabras. De esta forma, le deja claro a su víctima cuáles serían las consecuencias de sus acciones y, de paso, puntualiza que la responsabilidad es únicamente suya, se lava las manos.

Por ejemplo, puede decir: “entiendo que no hagas nada, pero así terminarás con nuestra relación” o “si no inviertes ahora mismo, perderás todo tu dinero”.

5. Victimismo. Cuando todas las tácticas anteriores fallan, el abusador suele recurrir al victimismo. En práctica, descarga su responsabilidad en el otro, haciéndose pasar por la víctima de la situación.

De hecho, incluso es común que terminemos compadeciéndonos y sintiéndonos mal por nuestro comportamiento, cuando en realidad no hemos hecho nada malo.

De esta forma el abusador genera un sentimiento de culpa que mantiene a la víctima atrapada en su tela de araña. La empatía nos hace caer en sus redes y, al convertirnos en el “malo de la película”, somos más proclives a ceder a sus demandas. Así nos manipula sin que seamos conscientes de ello. Frases típicas de este tipo de manipulación emocional son: “con todo lo que he hecho por ti y así es como me pagas” o “me he sacrificado por ti y no lo consideras”.

Posdata: Recuerda que la manipulación emocional es un juego muy peligroso, donde siempre hay alguien que sale dañado. Por eso, apenas notes alguna de estas tácticas, ponles freno. De la misma forma, considera que en ocasiones somos nosotros quienes usamos inconscientemente alguna de estas estrategias, quizás porque tenemos miedo de perder a la persona que amamos o porque no tenemos suficientes argumentos.

En ese caso, haz un examen de conciencia porque la manipulación nunca es la mejor alternativa.

#AFRONTAR #PÁNICO

Reglas para afrontar un ataque de pánico

Recuerda que las sensaciones experimentadas no son más que una exageración de las sensaciones normales de ansiedad.

No te va a dar un infarto, ni vas a morir de ello. Así que por favor ¡Tranquilidad!

Las sensaciones que estas sintiendo no son en absoluto perjudiciales ni peligrosas; son, simplemente, desagradables.
Deja de aumentar el pánico con pensamientos catastróficos y atemorizantes sobre lo que te está sucediendo y a dónde te podría conducir.

Ya que esto no hará otra cosa que producirte más ansiedad.

Observa lo que está sucediendo en tu cuerpo en ese mismo momento, obsérvalo con pasividad, no lo juzgues. Céntrate en lo que está pasando no en lo que temes que puede pasar.

Espera y deja el tiempo necesario a que pase. Respira profundamente y no luches contra la crisis, simplemente acéptala (Es una respuesta fisiológica normal y desagradable que va a pasar)
Date cuenta que cuando dejas de alimentar el ataque al añadir pensamientos catastróficos y atemorizantes, éste comienza a desvanecerse.

Recuerda que tienes que tratar de aprender a afrontar el miedo sin evitarlo.

Cuando comiences a sentirte mejor, mira a tu alrededor, fíjate en los detalles de las cosas o comienza a planear que es lo que vas a hacer después.

Cuando el ataque haya pasado y estés preparado para continuar con tu día, comienza de forma tranquila, relajada, no hay necesidad de esfuerzo ni de prisas.

Tienes que entender que el miedo es una emoción normal y que lo peor es luchar contra el activándose más. El objetivo es aprender a detectar las señales de activación desde el principio y prevenir que ocurra el ataque.

En definitiva, no te asustes, deja que el ataque pase y por favor no lo alimentes con pensamientos negativos ¡Córtalos en cuanto aparezcan! Y si vuelven a intentar aparecer ¡Córtalos de nuevo! Respira profundamente y acepta lo que te está pasando, sin juzgarlo.

¿Respirar en una bolsa?

Una de las estrategias que se utiliza para que un ataque de pánico dure menos es respirar en una bolsa de plástico. ¿Por qué se utiliza esta estrategia?

Cuando respiramos muy rápido el nivel de CO2 en sangre disminuye produciendo una subida de de PH respiratoria (alcalosis). Esta alcalosis es la que causa síntomas como el hormigueo y calambre. Una manera de evitar la alcalosis es respirar en una bolsa de plástico aumentando así el nivel de CO2 en sangre. Esto no tiene un efecto sedante pero sí que te puede ayudar a regular tu respiración. (Recuerda quitarte la bolsa de vez en cuando y tomar aire fresco antes de llegar a ponerte morado :))

Espero que este artículo te haya ayudado a entender en qué consiste un ataque de pánico y cómo se puede controlar.

Máster Teresa Galeano
Psicóloga clínica.

domingo, 27 de septiembre de 2015



LAS EMOCIONES Y EL CORAZÓN

Desde que somos niños escuchamos que nuestras abuelas les decían a nuestros padres, “no te enojes, no te preocupes tanto… eso te va a hacer daño”. Cuando fuimos creciendo llegamos a pensar que esas palabras eran un mito o una creencia de personas desinformadas. Sin embargo, actualmente tenemos información científica que apoyan estos sabios comentarios.

El Psicólogo Robert Ader realizó un estudio en la Facultad de Medicina y Odontología de Rochester en donde descubrió que el Sistema Nervioso es importantísimo para el Sistema Inmunológico (o de defensa del cuerpo), y que ambos se relacionan profundamente haciendo que la mente, las emociones y el cuerpo, estén íntimamente comunicados. 

También se descubrió que las emociones negativas como la ira, la depresión, la ansiedad y el estrés tienen importancia médica, ya que mientras se padecen, se liberan una hormonas y otras sustancias llamadas catecolaminas (epinefrina, norepinefrina, también llamadas adrenalina y noradrenalina) cortisol, prolactina, beta endorfinas y encefalina, y que entre más tiempo se secretan éstas en el organismo, más se deteriora la función del aparato inmunológico y entonces el organismo es más susceptible de enfermarse. Aunque se ha insistido en que estos temas deben seguir siendo estudiados.

En otro estudio se descubrió que estar expuesto a la ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua, hostilidad, cinismo o desconfianza incesante, trae doble riesgo de contraer enfermedades como: Asma, artritis, dolores de cabeza, úlceras pépticas, y problemas cardíacos y por eso estas emociones negativas, son una importante amenaza para la salud.

En otro estudio realizado en la Facultad de Medicina de Stanford, se descubrió que la ira parece ser la emoción que más afecta al corazón, ya que disminuye la eficacia de bombeo de éste. Por supuesto que no es sólo el factor de la ira el que puede provocar un infarto, sólo que es uno de los factores que definitivamente, lo predisponen.

Sin embargo, también se descubrió que es la hostilidad la emoción que más pone en situación de riesgo a la gente: esto incluye ser tratado con desconfianza, con cinismo, comentarios despectivos y con ataques de ira.

La ansiedad es la perturbación emocional provocada por las presiones diarias de la vida y que se puede traducir en la preocupación por las cosas que nos podrían pasar y que hasta ese momento no son reales. Por su puesto esto produce estrés, con todas sus consecuencias.

Incluso en un estudio publicado en Archives of Internal Medicine, realizado por el Psicólogo McEwen, de la universidad de Yale, señaló que una anomalía o deficiencia de la función inmunológica (o del aparato defensa del organismo) puede acelerar la metástasis del cáncer y aumentar la vulnerabilidad a las infecciones virales, acelerar la arterioesclerosis (enfermedad de las venas y las arterias del cuerpo que trae como consecuencia muchas enfermedades) y la coagulación sanguínea que provoca el infarto del miocardio, también acelera el inicio de la Diabetes mellitus tipo 1 y 2 y el agravamiento de los ataques de asma. 

Se descubrió que el estrés puede provocar úlcera gastrointestinal y colitis ulcerosa.

Por último, un estudio realizado por el psicólogo Sheldon Cohen, de la Universidad de Carnegie-Mellon University, en una Universidad en Shelffield Inglaterra, descubrió que la hostilidad crónica y los episodios repetidos de ira parecen poner a los hombres en riesgo de enfermedad cardíaca; y que las enfermedades mortales para las mujeres pueden ser la ansiedad y el temor. Además que cuando se padece por mucho tiempo el estrés, también puede ocasionar pérdida de memoria.


Ahora bien, ¿Qué podemos hacer para controlar nuestras emociones negativas para mejorar nuestra Salud? ¿Podemos llegar a hacer de nuestras emociones un importante capital personal para beneficiar nuestra salud y nuestra vida? ¿Cómo influyen nuestras emociones en el logro de nuestras metas y nuestro éxito en la vida?
Todos queremos tener éxito. Para algunos el éxito significa tener atesorado mucho dinero o bienes, para otros el éxito significa tener poder para hacer todo lo que deseen o para que los demás hagan lo que ellos quieren, para algunos otros el éxito significa tener una posición social encumbrada, para muchos significa tener una excelente salud y vivir muchos años, para ciertas personas tener éxito significa poseer muchas parejas sexuales atractivas, para numerosas personas es viajar, para algunos pocos es estudiar todos los grados posibles en su ramo, para otros el éxito es tener una buena, feliz y estable familia; y para escasas personas, pero que cada día son más, el éxito significa servir … servir a su familia, a sus hijos, a su prójimo, a su comunidad, al Planeta, a su país, o a Dios. O puede ser también una combinación de algunas de las cosas o razones antes mencionadas y de otras. 

En una palabra, la definición de éxito para cada persona es diferente.

Hasta cierto punto, lo que las personas buscan a través de lo que llaman éxito, es ser felices.

Pero ¿Porqué muchas personas atractivas, inteligentes para las matemáticas y para las ciencias exactas o para memorizar largos textos; con grandes aptitudes artísticas, incluso nacidos en cuna de oro, no llegan a lograr lo que para ellos es el éxito? Y ¿Porqué otros que no son atractivos, ni aceptadamente muy inteligentes, logran puestos altos de gerencia, de jefaturas Institucionales, de organizaciones sociales, políticas, económicas, culturales, o cualquier otra posición deseable para muchos otros millones de personas?

La respuesta que encontré a estos cuestionamientos es que las personas tienen mayor probabilidad de tener éxito, cuando además de prepararse profesional o técnicamente, practican la Inteligencia Emocional. 

Y ¿Qué es la Inteligencia Emocional? Según el Psicólogo español Juan Gallegos, “La inteligencia emocional es el manejo inteligente de las emociones”.
La inteligencia emocional les hace a estas personas exitosas, ser aceptadas por los demás, haciéndoles sus líderes naturales ó sus ejemplos a seguir porque siempre tienen la actitud y las palabras apropiadas para resolver problemas.

Y por fortuna, ésta puede aprenderse. Al practicarla, se beneficia el individuo y rescata o mejora sus relaciones de pareja, de amistad, de trabajo, de familia, etc. De acuerdo al mismo Profesional de la Salud Mental, “el conocimiento de nuestras propias emociones es indispensable para poder lograr la inteligencia emocional y ello también nos ayuda a reconocer las emociones en los demás” y solucionar mejor los problemas antes de que se presenten o cuando ya se presentó el conflicto.

Las emociones son muy importantes porque nos ayudan a tomar decisiones, a aceptar algo, o a decir que nó y poner límites cuando es debido, entre otras cosas.
Pero, ¿Cómo iniciar el aprendizaje de la inteligencia emocional?

Primer paso: Identificar nuestras emociones: Esto significa preguntarnos ¿Cómo me siento? Si me siento bien; mal, con miedo; con frustración; alegría, satisfacción…etc. 

Segundo paso: Interpretar nuestras propias emociones, o sea, investigar dentro de nosotros mismos ¿De dónde vienen?, ¿Cuándo vienen?, ¿Porqué vienen?, ¿Cómo las adquirimos? 

El tercer paso: Saber si nuestras emociones van de acuerdo a las circunstancias o si respondemos exageradamente a lo que nos sucede. 

El cuarto paso: Es la integración de nuestras emociones, es decir, se trata de no dejarse llevar por nuestras emociones. Y hacernos responsables de ellas, no pretendiendo que los otros son culpables de nuestras reacciones “por provocarnos”. Sino tratar de pensar, de razonar, si esa emoción que vivimos en ese momento, nos conviene o si por el contrario nos va a perjudicar. Este razonamiento nos ayudaría a comportarnos de la mejor manera, en beneficio de nuestra persona (evitando todas las consecuencias de una mala decisión, debido a una emoción negativa) y de quienes nos rodean.

La manera errónea en la que pensamos y actuamos debido a nuestra falta de inteligencia emocional, empieza cuando somos niños; es la manera en la que nos educan la que hace que nos empecemos a sentir diferentes a los hombres y a las mujeres, ya que a las mujeres nos enseñan a demostrar y hablar mas de nuestros sentimientos y los hombres los reprimen: Un ejemplo muy común es cuando al ser pequeñas; si una nena llora; todas dejan de hacer sus juegos y los continúan hasta que ella deja de llorar. Pero en los grupos de niños; si un niño llora; lo dejan solo y esperan que así resuelva su conflicto o problema, o lo regañan; y los demás tratan de no tomarle tanto en cuenta, para supuestamente no avergonzarlo.

Esto trae como consecuencia que las mujeres aprendan a sentirse agredidas cuando al crecer, alguien “les deja”; y los hombres a sentirse amenazados si alguien quiere quitarles su independencia o privacidad (por ejemplo, casarse). Muchas respuestas emocionales son aprendidas por la forma en la que se comportan nuestros padres y luego llevadas casi exactamente a nuestra relación de matrimonio, aunque hayamos jurado o prometido nunca ser como nuestros padres.

Para las mujeres la intimidad significa hablar profundamente de los temas de su interés y para los hombres la intimidad emocional es equivalente a hacer cosas junto con su pareja. Generalmente durante el noviazgo; los hombres aceptan platicar mucho y profundamente de temas que le interesan a su pareja o a ambos, pero después del matrimonio, los hombres se contentan con sólo hacer cosas juntos sin necesidad de hablar (ver la televisión, dormir juntos, arreglar el jardín, etc.); cuestión que a las mujeres molesta mucho, en la mayoría de los caso. Entonces por lógica, lo adecuado es llegar a un acuerdo, platicar un tiempo de asuntos importantes de cada uno de ellos y de la pareja, para resolverlos; y además hacer muchas cosas juntos. O llegar a cualquier acuerdo en el que ambos queden satisfechos.

Esta misma técnica se aplica a la relación con compañeros de trabajo, vecinos, familiares, amigos. La inteligencia emocional se aplica en la vida diaria, al tratar de entender a los demás, llegando a acuerdos, haciendo y aceptando propuestas, para quedar satisfechos todos y convivir armoniosamente. Entendamos que si algún miembro de la pareja, de una familia o de un grupo de trabajo tiene deficiencia de inteligencia emocional, va a acabar por echar a perder el trabajo o esfuerzo de los demás.

Lo que generalmente más lastima las relaciones de pareja, de amistad, de trabajo o de familia, es criticar a la persona, en lugar de inconformarse por lo que hizo o por su actitud. 

Por ejemplo: Uno puede enojarse porque una persona llegó tarde a una cita previamente concertada y puede decir: “Me siento molesto (a) porque no cumpliste nuestro acuerdo de llegar puntualmente, la próxima ocasión sólo te esperaré 5 min y me retiraré”. 

Otro ejemplo: No se le debe decir a un hombre “eres un desconsiderado, egoísta, mala persona y desobligado o irresponsable”; sino: “te pido por favor que antes de actuar… pienses, si lo que vas a hacer, me perjudica o me lastima de alguna manera”. De esa forma se reprueba sólo el defecto, no a la persona y se propone una solución al problema.

Lo que mejor podemos hacer en un momento de conflicto es tratar de no responder impulsivamente… intentar controlarse y hacer un esfuerzo por sentir empatía, es decir, ponerse en el lugar de la otra persona, imaginarse en sus circunstancias, y entonces comprenderlo (a) aunque no se esté de acuerdo. 

En el caso de los hombres se les recomienda no explotar, en cuando su pareja quiere seriamente hablar de un problema, sino que trate de escucharla con atención para que ella se calme. 

En el caso de las mujeres, se les recomienda nunca gritar cuando plantean su problema o queja porque eso irrita los sentidos del hombre; y también a ellas se les sugiere proponer soluciones. En ambos casos, el saber que su pareja le escucha con atención, baja el nivel de frustración y de ira.

En conclusión, la Inteligencia Emocional puede ayudarnos a minimizar o corregir las emociones negativas, mejorando enormemente nuestra salud física y emocional, y nuestras relaciones en general.

Recomiendo que para hacer más productivas y competitivas a las Instituciones públicas y a las empresas, se impartan en todo el personal cursos de Inteligencia Emocional, por personal profesional calificado como los Psicólogos y Psicoterapeutas; y de esta manera, también se podrá identificar si un trabajador necesita ayuda profesional por algún padecimiento que requiera de ayuda más especializada, derivándole oportunamente, para ayudarle en su salud mental y al mismo tiempo, se impide que con su actitud, esa persona o personas, interrumpan o perjudiquen la competitividad de esa Institución pública o privada.

De la misma manera, recomiendo que los integrantes de las familias tomen cursos u orientaciones de Inteligencia Emocional y recurran a un Profesional para esto, ya que la práctica de la inteligencia emocional mejorará su vida en todo aspecto y también por otro lado, de manera oportuna puede detectarse si algún integrante de la familia o pareja, requiere ayuda más especializada.

La Inteligencia Emocional puede y debería practicarse en todo tipo de actividad, oficio o profesión, máxime en la Profesión Médica, para que la relación Médico-paciente se mejorara.
Al practicar la Inteligencia Emocional, los Médicos comprenderían más, que los pacientes tienen, además de un dolor físico y una enfermedad del cuerpo, un problema emocional como el miedo, la exasperación o la angustia por la enfermedad que sienten.

Y el paciente comprendería que mientras los Médicos estuvieron en su formación académica (ya sea que se titularan como Médicos Generales o que se especializaran en una o más ramas de la Medicina), el trato que a la mayoría se les dió al estar en adiestramiento médico, fué prácticamente inhumano, haciéndoles trabajar intrahospitalariamente muchas horas sin dormir, a veces sin comer, y en muchas ocasiones, tuvieron que soportar maltrato verbal y psicológico; y acoso de muchos tipos, si querían terminar sus estudios. Muchos de ellos (as) quedaron dañados emocionalmente y por eso a veces se muestran indiferentes al dolor ajeno. Por supuesto que esto de ninguna manera, justifica una actitud desconsiderada hacia su paciente, pero de alguna manera ayuda a entender su proceder.

Además el paciente entendería que las presiones laborales a las que actualmente la gran mayoría de los Médicos que trabajan dentro de las Instituciones de Salud Pública, están siendo sometidos, son muchas; ya que se les exigen, que ahorren de todo: medicinas, exámenes de laboratorio, estudios en general y además que lo hagan rápido y documentado por escrito, aunque todo esto, no sea lo que más beneficie la salud del paciente.

Por todo lo anterior, desde aquí, hago un emotivo reconocimiento a todos aquellos Médicos sensibles que cuidan el cuerpo y las emociones de sus pacientes. Y a los pocos y extraordinarios Médicos del Sector Salud y en especial de mi “Alma mater”, el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), al igual que a los Médicos de la práctica privada, que enseñan con paciencia y dedicación a sus alumnos (Médicos en formación) a respetar y a tener empatía por sus pacientes, antes que verlos sólo como individuos, motivo de su estudio…A ellos, les felicito sinceramente y les envío desde aquí mi admiración y mi respeto.

Me despido con una frase del poeta, pintor, ensayista y novelista libanés,
Gibrán Jalil Gibrán quien dijo:

“Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho, no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer”.





domingo, 20 de septiembre de 2015

EL SECRETO DEL AGUA


Admirando una de las maravillas del mundo:  las Cataratas del Iguazú.
Es una sensación tan grande y tan profunda ver correr el agua de diferentes maneras que lo primero que me vino a la mente fue el poder del agua.

En ese momento recordé al japonés Masura Emoto.  Este japonés por lo que realmente se le conoce, es por sus afirmaciones sobre los poderes mágicos del agua, que según él es capaz de percibir y almacenar la energía positiva o negativa que se proyecta sobre ella. 
¿Y esto que quiere decir? Pues que si metes agua en dos frascos, y a uno le dices cosas bonitas y a otro le insultas, el agua almacenará esa energía positiva o negativa en su interior, y si la congelas, el primero formará cristales de hielo bonitos, y el segundo formas borrosas .



Este sabio japonés que estudió el poder de los pensamientos positivos y de la meditación, fe en la vida, música relajante y actitud positiva.

Los pensamientos positivos y la actitud positiva frente a las dificultades de la vida generan un bienestar físico y emocional que nos permite dejar de ser sobrevivientes de la vida  a ser guerreros de la luz que caminamos seguros hacia nuestras metas y objetivos, disfrutando y celebrando la vida. 


martes, 8 de septiembre de 2015

#MIEDO #alFRACASO (2)

La soledad, esa gran enemiga

El miedo a la soledad, más potente en las mujeres que en los hombres,  es otro de los factores que mantiene unidas a cientos de parejas. Aunque alguno de los cónyuges (o incluso ambos) sea plenamente consciente de que no quiere estar con su pareja, la alternativa de quedarse solo es tan aterradora que no se atreven a dar el paso. 

El miedo a la soledad es muy común en personas inseguras y faltas de autoconfianza que temen que, si dejan ‘escapar’ a la persona que les acompaña, no puedan encontrar a ninguna otra. Ante la perspectiva de continuar adelante en solitario, muchos prefieren no arriesgar y permanecer acompañados, aunque sea ‘mal’ acompañados.

Estabilidad y comodidad

Es difícil renunciar a la seguridad que aporta una pareja estable. Y más si de por medio hay una casa, una economía compartida, un proyecto de vida firme y, sobre todo, hijos. 

La sola idea de abandonar todo eso, mudarse, dar explicaciones a familiares y amigos, encontrar nuevas compañías, aprender a rellenar el tiempo que antes se compartía, etc. hace que muchas personas renuncien y decidan seguir como están. 

Más aún cuando alguno de los miembros de la pareja depende económicamente del otro, situación que complica todavía más las cosas.

El miedo al fracaso

Construir un proyecto de vida junto a una persona supone una importante inversión de tiempo, energía, esfuerzos e incluso dinero. Por algo la pareja es el proyecto vital más importante de una persona, su apuesta más fuerte. Por eso es difícil aceptar que ese proyecto en el que tanto hemos invertido haya fracasado.

Que todos los castillos en el aire con los que soñábamos al final no vayan a construirse. Que ya no queramos estar más con esa persona sobre la que giraba todo nuestro mundo.

El miedo a equivocarse

Algunos lo tienen claro, pero no todo el mundo está 100% seguro de que esa persona no es ‘la persona’. Aunque ya no estemos enamorados, aunque ya no haya deseo, aunque las discusiones sean irritantemente frecuentes, muchos temen arrepentirse después de haber dado el paso de dejarlo y no tener la oportunidad de deshacerlo. O darse cuenta, demasiado tarde, de que aquella a la que han abandonado sí era ‘la persona’.

El temor a ser reemplazado

Al igual que el perro del hortelano, que ni come ni deja comer, muchas personas no quieren estar con sus parejas pero tampoco quieren que ellas rehagan su vida. La perspectiva de que, una vez terminada la relación, su ex encuentre un nuevo amor  es simplemente insoportable para muchos que por ese motivo deciden continuar con su pareja, manteniendo una relación dañada sólo por no ser víctimas de los celos. De hecho, en muchos casos quien pensaba en terminar con la relación decide implicarse a fondo cuando ve que alguien más se interesa por su pareja.

“Antes la gente se pasaba años pensándose si separarse o no. Ahora la sociedad ha desestigmatizado las separaciones y los divorcios y las parejas más jóvenes lo abordan con mayor naturalidad”. Quizá por ese motivo el sentimiento de culpa que crea el hecho de dar el paso es algo menor en la actualidad.

Muchas veces el miedo hace a las personas comportarse equivocadamente pero si ese sentimiento se excede en su función natural de defensa puede impedir a las personas ser felices. Por eso, en lugar de huir de este tipo de miedos, hay que abordarlos”.

#MIEDOS #alFRACASO (1)

#Miedo #alDolor

Por mucho que la sociedad tienda a criminalizar a aquél que toma la decisión de terminar con la relación, quien deja también sufre.

“La sociedad ha estereotipado la idea de que el dejado lo pasa peor, pero no es nada despreciable del dolor del que deja, que tiene que abordar un gran cambio cuando todo es adverso a esa transformación”.

El cariño y apego desarrollados a lo largo del tiempo que haya durado el noviazgo (o el matrimonio) no se borran de un plumazo y desprenderse de la persona con quien uno comparte su vida es doloroso.

Pero, además, por lo general quien está pensando en dejar a su pareja no quiere hacerla sufrir, y menos aún si no hay motivos concretos (como una infidelidad o un desencuentro grave).
El sentimiento de culpa y la carga que supone el autorresponsabilizarse del sufrimiento ajeno son en muchos casos lo suficientemente fuertes como para desanimar a mucha gente que quiere tomar la decisión.


Teresa Galeano Psicóloga 

lunes, 7 de septiembre de 2015

#MIEDOS #ATAN #PAREJA

Los miedos que te atan a tu pareja

La rutina, la falta de deseo, las discusiones cada vez más frecuentes, el aburrimiento… Son muchos los síntomas de que una relación no funciona pero también son muchos los obstáculos que uno se encuentra cuando se da cuenta y decide terminar con ella.

Cuando alguno de los miembros de una pareja estable empieza a considerar la posibilidad de acabar con la relación surgen multitud de miedos que con frecuencia paralizan la decisión y eternizan el proceso.

Algunas preguntas para hacerme
¿Cómo voy a quedarme solo? ¿Qué va a hacer él/ella sin mí? ¿Y si me equivoco? ¿Cómo vamos a ‘repartimos’ los amigos/hijos/perros/casa? ¿Y si no vuelvo a encontrar a nadie más? ¿Podré vivir sin él/ella?

viernes, 4 de septiembre de 2015

#Autoestima

Es una palabra gastada per necesaria. Muchas veces no dimensionamos de que manera puede cambiar nuestra estructura mental si mejoramos nuestra autoestima. Aquí les dejo un mini cuestionario que apunta a reflexionar sobre cómo estamos.

#EJERCICIOS

 1. Escriba acerca de como se te soles crticar a vos mismo.
 2. Escriba a quien trató de complacer y con quien trató de quedar bien hoy y porqué lo hizo. 
 3. Escriba con quién se comparó hoy y de que manera lo hizo. 
 4. Escriba algo que usted considere que haya fracasado, escriba porqué lo considera un fracaso, ¿como se siente? 5. Escriba que ha aprendido de este fracaso
Es para reflexionar y pensar sobre nuestra #autoestima #actitud 

#APASIONARSE


APASIONARSE

Para llegar lejos, hay que apasionarse

Los seres humanos nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo de exigencias absolutistas y obligaciones absurdas. Nos provocamos a nosotros mismos una presión enorme y finalizamos nuestro día a día llenos de tensión y ansiedad.
La sociedad en la que vivimos nos dice que debemos o tenemos que hacer ciertas cosas, tener tal trabajo o ser de una manera en concreto para ser alguien valioso, y nos lo insufla como un dogma absolutista.

ANSIEDAD

Si nosotros decidimos comprar este dogma tan antinatural, absurdo e irreal, nos sentiremos constantemente presionados porque nos diremos: ¡Debo ser guapo!, ¡debo ser un profesional de renombre!, ¡debo educar a mis hijos perfectamente!, ¡debo pintar el cuadro perfecto!, etc..…
Curiosamente, cuando nos dejamos llevar por la fuerza de la obligación, nos producimos a nosotros mismos lo que se denominan en psicología bloqueos mentales. Es decir, de tanto presionarme y darle tanta importancia a ese hecho que tengo que emprender, como si me fuera la vida en ello, al final fracaso o no sale de la mejor manera, o quizá no soy capaz ni de llevarlo a cabo por miedo a fracasar.
Cuando se llevan a cabo proyectos o planes con ansiedad y tensión, al final el resultado suele ser mediocre. Lo que a su vez retroalimenta los pensamientos negativos sobre nosotros mismos, volviéndonos a exigir porque ¡eso me debería de haber salido bien!
La clave para salir de este círculo vicioso es empezar a darse cuenta de que las obligaciones te las autoimpones tú y solo tú.
Es verdad que nuestra cultura, desgraciadamente, nos manda ciertos mensajes superficiales de cómo tenemos que ser o cómo deberíamos actuar, pero al final, eres tú quien decide si apegarse a esas ideas o no.

DECISIÓN

Está demostrado que aquel que emprende un proyecto, personal o profesional, sin exigirse, solo divirtiéndose y poniéndole pasión, llega mucho más lejos que aquel que se presiona constantemente.
El apasionado trabaja y se esfuerza, por supuesto, pero lo hace con amor, porque quiere disfrutar de lo que hace, esa es su meta. Si las cosas le salen bien, mejor que mejor, pero si no salen del todo bien o fracasa, sabe que no es el fin del mundo.
Fracasar supone un aprendizaje y un pasaporte hacia el éxito. Y si aún así, tras muchos fracasos, si no consiguiera ninguna meta interesante, tampoco sería el fin del mundo, pues la vida ofrece millones de alternativas interesantes donde uno puede desarrollarse, ¡pero siempre, disfrutando!
Es tan importante comprender que dentro de nosotros lo que hay es un niño que quiere pasárselo bien con la vida y con el resto del mundo…

NIÑO INTERIOR

Al final, el objetivo más importante del ser humano es ser feliz y para ser feliz uno tiene que quitarse lastres y piedras de la mochila, quitarse esos “yo debería”, “yo tendría que” porque nadie tiene, ni debe nada.
Cuando uno se libera de esas cadenas mentales a las que uno mismo ha decidido encadenarse, descubre que vivir y ser feliz es la cosa más fácil del mundo. Uno sale a hacer lo que quiere hacer, sin miedo a nada. Sin miedo a la opinión o aprobación de la sociedad, sin miedo al fracaso…simplemente se lo pasa en grande y hace lo que tenga que hacer porque le apetece hacerlo, sin más.
De repente, te das cuenta que tu niño interior se ríe de todo y con todo porque en cualquier situación hay algo para reír y con lo que jugar. La vida es eso, un juego y jugar implica diversión, satisfacción, amar la vida tal y como se presente, sin exigir, sin imponer.
Mírate… ¿tienes brazos?, ¿piernas?, ¿una cabeza sana para pensar?, ¿comida y bebida? y ¿más cosas aún?
Si tienes todo esto y más, eres un afortunado. Ya lo tienes todo para dejarte guiar por la fuerza del disfrute y para hacer lo que te apetezca hacer con calma.

DISFRUTAR

Haz las cosas porque quieres, porque deseas, porque te apasionan y no por obtener nada a cambio, sino solo tu propio bienestar.
¡Deja tu trabajo de oficina si lo que te apasiona es ser escultor!, ¡o al menos intenta abrirte camino con aquello que te gusta!, ¡deja a esa pareja que sabes que te está haciendo daño!
Nadie te obliga a permanecer
donde no quieres estar

Sé consciente de que si tu día a día, con lo básico, ya está solucionado, no hay nada que temer y lo que obtendrás será lo más gratificante que podrás obtener jamás: tu propia felicidad.
Por lo tanto, la lectura que has de sacar es:
A partir de ahora, me dejaré llevar por la fuerza de la pasión y dejaré a un lado la fuerza de la obligación, porque para llegar lejos, hay que apasionarse”